Curro Díaz paga con sangre su entrega

tomado de Burladero.com

Mala corrida de Manolo González, incompleta de salida con un toro de Jarrama -la misma casa ganadera- y un remiendo de Salvador Domecq. Una escalera en cuanto a presentación y de un juego que deja mucho que desear.

Volvía Juan Mora a la Maestranza después de diez años. Volvía a la ciudad que le había visto nacer como torero. El que abrió plaza, muy justo de presencia, le dio pocas opciones al extremeño. Logró algún derechazo antes de que se rajara al echarle la muleta a la izquierda. Muy dispuesto en todo momento Mora, volvió a sorprender usando el estoque de verdad.

Al cuarto, muy descarado de pitones, lo saludó a pies juntos rematando con una media arrebatada. Tenía una embestida muy descompuesta y Juan anduvo con él muy decidido, concienciado de su oportunidad hoy en esta plaza. Expuso mucho, sobre todo por el pitón izquierdo. La estocada cayó desprendida, y escuchó palmas al recoger la montera.

Curro Díaz sorteó un primer astado muy justo de fuerza. Banderilleó con garbo Montoliú, que tuvo que saludar. Tantea por el derecho y parecía que iba a fluir, el toro no repetía, y hasta ahí podemos contar. Logró algunos destellos al natural, muy asentado el de Linares y queriendo en todo momento. Precisó un golpe de verduguillo tras la estocada y saludó desde el tercio.

El quinto, de Salvador Domecq, derribó al caballo y embistió sin entrega. Tomaba los engaños con violencia. Tiró de raza Díaz y logró algún natural destacado. Cuando se disponía a seguir intentándolo fue prendido de forma certera y recibió una cornada en el gemelo. Terminó con él Juan Mora tras ser trasladado Curro Díaz a la enfermería.

El Fandi recibió al tercero de la tarde con dos largas en el tercio. Dejó patente su portentosa forma física en banderillas formando un alboroto. Galopó mucho el toro en los primero tercios y se apagó pronto en la muleta. Muy a menos el de Manolo González, carecía de emoción el trasteo. Mató bien y recibió una calurosa ovación.

En el sexto sobresalió un par de dentro afuera, falló al violín y precisó un nuevo intento. El toro fue de los más peligrosos que han saltado al albero maestrante. Con media arrancada, se revolvía en un palmo de terreno, con la cara por las nubes sin descolgar en ningún momento. Le da la oportunidad al Fandi de demostrar su profesionalidad como lidiador. La espada cayó baja.

Ficha del festejo:

Plaza de La Real Maestranza de Sevilla. Décimo cuarta corrida de abono. Casi lleno. Cinco toros de Manolo González y uno de Salvador Domecq.

Juan Mora: silencio y palmas.

Curro Díaz: saludos desde el tercio.
El Fandi: saludos desde el tercio y silencio.