Escrito por Nestor Antonio Giraldo Mejia
Manuel Jesús “El Cid” cortó oreja de peso y Daniel Luque equivocó la lidia de su primero en faena encimista
La segunda corrida de abono de la feria de Cali, registró media entrada en los tendidos con un encierro bien presentado y matices en el comportamiento de los ejemplares del hierro de Juan Bernardo Caicedo, sobresaliendo un gran toro lidiado en tercer lugar por Luis Bolívar y al que se premió con la vuelta al ruedo.
Arrojaron en la báscula 488 – 476 – 458 – 490 – 482 – 500 – y 454 kilos.
Jorge Enrique Piraquive (Rej.): Saludo en el único que lidió
Manuel Jesús “El Cid”: Oreja y palmas
Luis Bolívar: Dos orejas y palmas
Daniel Luque: Oreja y silencio.
Como telonero de la función, actuó el rejoneador Jorge Enrique Piraquive quien estuvo acertado a la hora de colocar rejones y banderillas largas y cortas con un toro desentendido y distraído que en algunas ocasiones persiguió las cabalgaduras del jinete. Mató eficazmente de rejón en buen sitio. Destacaron sus jacas “Murango y “Bambi”.
Manuel Jesús “El Cid”, anduvo francamente bien con un ejemplar que en manos de otro diestro seguramente hubiese ido más rápidamente al destazadero. Con mimo, suavidad, técnica y disposición, el de salteras fue construyendo una faena que poco a poco subió de tono, embarcando a la res en muletazos templados a pesar de su aspereza. A la hora de la verdad, se montó sobre el morrillo y cobró muy justamente una oreja. En el segundo con poca fijeza, porfió y logró pases de uno en uno a la descompuesta embestida del ejemplar.
Llegó Luis Bolívar a “Cañaveralejo” con unos deseos inmensos queriéndose casi salir de su traje. ¡Qué disposición!, ¡Qué ganas!, y ¡Qué torero!, fabricó extraordinaria faena a excelente toro de Juan Bernardo que fue premiado con la vuelta al ruedo. Bolívar, sensacional. Le dio los tiempos, el espacio, la distancia, el temple y todo fue armónico y acoplado con ligazón en cada serie tanto de derecha como izquierda. Como si no fuera suficiente, en el segundo se fue a puerta de toriles a recibir su oponente de rodillas. Ya con la muleta el toro fue otra cosa pero el vallecaucano siempre mostrando voluntad y ganas. Puerta grande más que merecida.
Daniel Luque, con valor pero equivocado en la lidia de su primero que lo hizo ver como un ejemplar parado que necesitaba ese tipo de faena. Ahogó las embestidas de su oponente, encimándolo al máximo y sin dejarle espacio alguno produciéndose más la exposición corporal que la ejecución con el engaño. En su segundo, no hubo acople por la mansedumbre del toro que no dejó estar a gusto a Luque.
La tercera corrida del serial caleño tiene en el cartel a “El Juli” – Cayetano y la alternativa de Santiago Naranjo con reses del hierro de Ernesto González Caicedo.
Fotos: Agnés Peronnet
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