
TOMADO DE : latitudtaurina
FOTOS : Alberto Suarez
Redacción.- Media plaza se dio cita a la novillada en Iñaquito, en la que se lidió un encierro manso en general de Trinidad, aunque con calidad en las embestidas, exceptuando los corridos en cuarto y quinto lugar que colaboraron con mayor entrega.
El novillero nacional Hernán Tapia, poco nos ofreció esta tarde, en el primero de su lote se manifestó desconfiado y tomando precauciones y en su segundo un novillo de importantes embestidas aunque con algún defecto visual, algún muletazo por bajo con la mano izquierda y nada más. Mal con la espada, aviso en ambos y silencio en los dos.
Grata impresión dejo el novillero mexicano, de importante dinastía en el mundo taurino, una gran concepción del toreo, valor sereno, conocimiento y buena técnica, además de ambición e inocultables deseos de llegar alto.
Esforzada labor en el segundo de la tarde un manso que huía a tablas, con el que estuvo atinado en todo el decurrir de su faena, que recibió el premio de una oreja. En el segundo de su lote volvió a estar ampliamente bien, exhibiendo las cualidades que hemos anotado, frente a un buen novillo, que lastimosamente se apagó y acortó su recorrido. Dos orejas y el reconocimiento unánime del público.
Andy Cartagena se las vio con dos toros faltos de raza y codicia, estuvo recursivo, de cara al espectáculo aunque sus ejecuciones son a la grupa y en ciertos casos sorprendiendo al enemigo, a la media vuelta, entendemos que por las condiciones de sus antagonistas. Matando busca siempre dejar trasero el rejón y lo consigue con habilidad. Una oreja en su primero y palmas en el sexto de la tarde, un manso.
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